Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida.
Sin entrar en la acertada autoría de la frase, el fundamento de nuestro plan de trabajo activo contra la pobreza energética podría resumirse perfectamente en este proverbio. Especialmente por dos motivos:
- Actualmente casi todos los recursos institucionales dedicados a la pobreza energética van dirigidos a la subvención directa de las facturas impagadas de los sufridos usuarios del sistema energético que disfrutamos. Así se consigue “alimentar por un día”, energéticamente hablando, a las familias afectadas, y además solventar con dinero público los impagados de las empresas de suministro. Aceptable como medida de urgencia, pero a todas luces mejorable.
- En aeioLuz nos hemos preocupado en diseñar un plan alternativo con el que enseñamos a utilizar los recursos de una forma eficiente y con una visión de ahorro. Cuidando sobre todo la generación del hábito al explicar los por qué de cada acción de consumo en el hogar. Generar el hábito para que sepan gestionarlos de forma inteligente “el resto de su vida”.
En situación de pobreza (en su término general), la pobreza energética acaba siendo uno de los detonantes del mayor número de tensiones entre las personas que conviven bajo un mismo techo. Por ello focalizamos nuestros esfuerzos en solucionarla. Más aún considerando que la composición actual de los núcleos de convivencia es cambiante y distinta de la concepción clásica de padres/hijos/abuelos. Se está compartiendo vivienda bajo distintas necesidades vitales y con criterios de vida distintos. Esta circunstancia es cada vez más habitual, pero dista bastante de la estructura familiar que facilite una mínima armonía en la convivencia.
Con este condicionante a la vista y convencidos de otra realidad también patente, como la saturación de trabajo que existe en los departamentos de servicios sociales de los ayuntamientos, hemos de pensar cómo acometer una situación casi de emergencia estatal (sin el “casi”).
Según el último informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), anualmente en España se producen entre 7.000 y 10.000 muertes prematuras directamente relacionadas con la pobreza energética.
Tenemos que actuar en dos frentes muy definidos:
- Pobreza energética DECLARADA. Personas, familias o unidades de convivencia que están en situación de vulnerabilidad declarada y ya están acudiendo a los departamentos de servicios sociales de sus municipios. Hemos de conocer bien cada problema y aplicar las medidas necesarias de forma particular. Formación y acciones directas de mejora. Veremos de inmediato cómo.
- Pobreza energética NO DECLARADA. Personas, familias o unidades de convivencia que están en riesgo de exclusión. ¿Cuántas personas están consiguiendo pagar sus facturas de suministros a costa de mal comer, mal vestir; mal vivir al fin y al cabo? Con pesar acuñamos el término “nuevos pobres”. Aquellos que por vergüenza o desconocimiento de las alternativas sociales existentes, no están pidiendo ayuda pero se acuestan con el estómago vacío cada noche. Otro plan es posible.
La propuesta de aeioLuz es esta:
Es prioridad absoluta dar formación a los Técnicos Municipales de Servicios Sociales para que sean los que, conociendo al milímetro las necesidades de sus vecinos, lideren un plan que contemple todas las posibles acciones relacionadas en el esquema anterior. En cada municipio, barrio o ciudad será necesaria una dosis distinta de cada acción y no tendría sentido hacer todo en todos los casos. La persona que mejor sabrá diseñar este plan es el técnico que día a día convive con cada caso particular de pobreza energética. La información recibida en el taller preparado al efecto desde nuestra experiencia, y la aplicación eficiente de las medidas propuestas, les permite liberarse de gran parte de la gestión burocrática y administrativa de gestión de la subvención de las facturas de suministros, con la gratificante sensación de estar enseñando a pescar, y no de regalar pescado para solo un día.
Sobre todo queremos que sepas que hay otra solución. Y que aplicándola se consiguen ahorros importantes en los suministros de las personas con las que trabajamos, de forma que la puesta en marcha de las acciones acaba siendo sufragada por esos ahorros. Un verdadero círculo virtuoso.
Estamos trabajando en ello y estaremos encantados de compartir nuestro conocimiento adquirido en primera línea, con quien quiera oírlo y ponerlo en práctica en su municipio. Aquí andamos, con ilusión.