¿Dónde me puede llevar el ser vulnerable energéticamente? Actualmente el usuario de energía no tiene muchas alternativas para sustituir la energía por otro elemento que le proporcione el mismo servicio. Además, el mercado actual de la energía no fomenta la eficiencia energética porque los “fijos” que pagamos en la factura son altísimos y la partida donde podemos ahorrar, la variable, es pequeña. Lo que desincentiva la motivación por el ahorro energético.
Las consecuencias de este sistema tarifario, nos afectan directamente a todos los usuarios y aún más a los usuarios vulnerables.
Tradicionalmente los estudios recogen que las consecuencias principales de la pobreza energética se agrupan en cuatro bloques (EPPE, 2009):
- Riesgos e Impactos sobre la salud física:
- Problemas respiratorios, circulatorios e incluso de hipotermia.
- Problemas derivados del uso de fuentes energéticas auxiliares con riesgo de accidente, incendio y/o envenenamiento debido al monóxido de carbono.
- Aumento de la Tasa de Mortalidad Adicional de Invierno (TMAI).
- Riesgos e Impactos sobre la salud mental:
- Ansiedad, pérdida de autoestima, aislamiento y exclusión social.
- Bajo rendimiento de los estudiantes en el hogar
- Riesgos e impactos económicos:
- Degradación de las viviendas.
- Acumulación de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energético limita poder hacer frente a otras necesidades como son la comida y el transporte).
- Riesgos e impactos ambientales y el aumento de las emisiones de CO2 por recurrir a sistemas de calefacción del hogar ineficientes y más contaminantes.
Desde el análisis cualitativo realizado en Valencia por el Instituto de Ingeniería Energética de la UPV, en el que aeioLuz participó de forma activa, se han incluido tres variables muy interesantes a la visión tradicional.
- La dificultad para vivir una vida digna.
El pago de la factura eléctrica marca la vida de las familias o unidades de convivencia ya que ésta es un bien de primera necesidad. Desgraciadamente lo hace a costa de menguar la calidad de otras necesidades básicas igualmente importantes como son la alimentación, la educación, la salud, la vivienda y el ocio. Esta situación agrava de manera clara la salud de las personas debido a las sensaciones permanentes de estrés y ansiedad.
- Tener sentimientos negativos.
No cabe duda que tener dificultades para pagar el recibo de los suministros genera situaciones de estrés, ansiedad y miedo ya que la consecuencia de no pagar es mayormente el corte del suministro. La interrupción de cualquiera de los servicios desencadena un impacto muy negativo para poder desarrollar una vida digna como personas. Otros sentimientos de los usuarios que se desprenden del estudio son: la culpa (por no poder pagar) y la vergüenza (por solicitar el fraccionamiento de los pagos o tener que relacionarse en una situación desfavorable para la salud).
- Visión de género.
Del estudio se desprende que las mujeres son quien soportan una mayor carga en los hogares en situación de vulnerabilidad energética. Por un lado porque anteponen la salud de sus hijos ante la suya y por otro ya que son ellas las que mayormente se encargan de gestionar la economía doméstica.
Como puede leerse, las consecuencias de la pobreza energética merecen darle la importancia que tiene. Las familias o unidades de convivencia tienen que adaptarse a una nueva realidad y en muchos de los casos tienen pocas herramientas para mejorar su economía doméstica.
Nos gustaría acabar diciendo que desde aeioLuz estamos trabajando de manera activa con el ayuntamiento de Valencia, ayuntamiento de Chiva, Cáritas Valencia, Intiam Ruai, Jovesólides y EcoooLocal para intentar mejorar la calidad de vida de los usuarios en situación de vulnerabilidad energética en la Comunidad Valenciana.
En anteriores posts escribimos sobre las causas de la pobreza energética y en los siguientes os contaremos la propuesta de soluciones contra la pobreza energética que ya estamos aplicando en varios municipios de la Comunidad Valenciana.