La biomasa es una de las energías renovables con mayor crecimiento en el mundo, y como fuente de energía sostenible, ideal para hogares y negocios. Permite un ahorro económico importante al utilizar los residuos de la naturaleza que no pueden ser utilizados para otro fin. Pese a todo, sigue sin ser impulsada por las administraciones.

La biomasa es una de las energías renovables con más proyección en la actualidad, pero también de las más desconocidas y de las menos apoyadas por las administraciones públicas. Utilizada cada día por más y más gente, pretende cubrir la gran demanda de energía que reclama la sociedad día tras día y de la cual se ha convertido en la perfecta solución ante los problemas que se acumulan en este sentido.

Dentro de la Unión Europea, Francia es el país que más explota la energía de la biomasa, tras Suecia y Finlandia. España ocupa el sexto puesto aunque el contexto es bien diferente. Pese a que se han abierto varias plantas de biomasa en los últimos años, se encuentran inscritas a la Asociación de Productores de Energías Renovables solo un total de 22 plantas de biomasa repartidas a lo largo de la geografía. La dura legislación en materia de energías renovables y la situación económica actual, han provocado un muy lento crecimiento de un sector que puede producir energía renovable y un gran ahorro económico, del que ya ha disfrutan otros países de Europa.

Gracias a los avances en ingeniería se ha aumentado la eficiencia en la producción de biomasa, reduciendo costes y provocando un aumento del consumo. Su labor principal: la conversión de biomasa en pellet o astilla. La forma de uso tradicional de la biomasa es como combustible, obteniéndose energía mediante combustión directa. La obtención de biomasa apta para el uso como combustible se puede dividir en  varios procesos. Recogida de la materia prima, ya sea de fuentes de biomasa procedentes de residuos o de cultivos energéticos. Reducción y adaptación del tamaño inicial de la materia prima. Secado, mezclado y acondicionado de la materia prima. Producción de pellet. Cribado y seleccionado. Y, por último, enfriado.

Beneficios de la biomasa

Son muchos los impactos positivos de la biomasa a la sociedad. En términos económicos se ha de tener en cuenta la creación de puestos de trabajo ya sea en las actividades de construcción, operación y mantenimiento de las plantas, así como en los sectores agrícola, forestal y de la energía. Por otra parte, el coste de esta energía es muy inferior al de la energía convencional, siendo este combustible más económico que el gasóleo o el gas.

Algunos de los beneficios en el ámbito medioambiental son la disminución de las emisiones que contribuyen a crear efecto invernadero. En su proceso de combustión genera cantidades insignificantes de contaminantes sulfurados o nitrogenados, siendo su balance de CO2 y CO neutro. Y también, la reducción de los riesgos de incendios forestales y plagas de insectos, ya que la necesidad de biomasa mejora la limpieza de los montes. Además, se reducen los residuos generados, al ser una forma de reciclaje de éstos.  Y es que, por ejemplo, el ahorro de una caldera de biomasa sobre una de gasóleo está en torno al 40%. Esto hace que con la crisis económica, se haya vivido un avance en el consumo de energía procedente de la biomasa, sobre todo en el uso doméstico.

España ocupa el sexto lugar de Europa en cuanto a producción de energía primaria a partir de biomasa sólida. Haciendo un balance sobre el 9.4% de consumo de energía procedente de fuentes de energía renovables, en España, se reparten entre la biomasa y los residuos en un 41,5%, la energía eólica un 25,5%, la hidráulica en un 18,1%, los biocarburantes en un 8,5%, la energía solar un 5,3% y la geotermia un 0,1%.   Y es que se trata de una energía que según los expertos, genera 60 veces más empleos que el sector del gas, 30 veces más que el del carbón y 10 veces más que el nuclear y además de forma competitiva por el menor coste de la biomasa sobre los combustibles fósiles. De hecho, según previsiones el sector de la bioenergía puede generar 135 nuevos empleos por cada 10.000 habitantes, frente los 9 empleos que genera el uso de combustibles fósiles.

Cómo impulsar la biomasa

Entre algunas de las propuestas para impulsar la biomasa, se encuentra:

  • Trabajar en una propuesta legislativa para fomentar el uso de las energías renovables, incluyendo la biomasa en calefacción y refrigeración.
  • Trabajar una mejora de la directiva comunitaria de edificios para incrementar los incentivos al uso de energía renovable.
  • Fomentar el estudio de mejoras de los resultados de las calderas de biomasa y reducción de la contaminación.
  • Animar a los propietarios de redes de calefacción centralizadas a su modernización y el uso de combustible biomasa.
  • Promover entre los Estados Miembros la aplicación de un IVA reducido a la electricidad generada desde biomasa, y  aprovechar el potencial de todas las formas rentables de generación eléctrica con biomasa.
  • Estudiar y desarrollar esquemas de cultivos energéticos. E informar a agricultores y propietarios forestales sobre las propiedades de los cultivos energéticos y las oportunidades que ofrecen.
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