El primero de julio se conmemora el día Internacional de las cooperativas. Aprovechando esta conmemoración desde aeioLuz queremos poner en valor la función social del cooperativismo y su importancia en la economía local. Según Naciones unidas las cooperativas cuentan con más de mil millones de socios, y dan empleo de forma directa o indirecta a más de 250 millones de personas. Teniendo en cuenta estos datos se puede afirmar con rotundidad que el cooperativismo es un elemento central de la economía mundial.
A pesar de estos datos, actualmente las grandes empresas multinacionales dominan el mercado a nivel mundial, y son las grandes beneficiarias de la globalización de la economía. Este dominio se sustenta en las ventajas comparativas de producir en países con bajos salarios y la utilización masiva de energías fósiles para el transporte de mercancías hacia los países más ricos.
Por el contrario el modelo cooperativo se adapta mejor a los objetivos de descarbonización del siglo XXI, ya que sus mercados tienden a ser más próximos y por tanto el impacto medioambiental es menor. Además, la estructura cooperativa tiene un mayor impacto positivo en el territorio ya que transciende los intereses meramente económicos e incluye valores inclusivos y de impacto local. Por otro lado fomenta la participación activa y el empoderamiento de la ciudadanía.
En términos generales podemos definir las características de las cooperativas como:
- Es un elemento dinamizador de la igualdad. La estructura democrática y participativa de las cooperativas fomenta la promoción de la igualdad en todos los ámbitos por la participación activa de los integrantes en tales estructuras.
- Prioriza los valores sociales frente al simple beneficio económico. La rentabilidad económica a corto plazo no es el único objetivo de las cooperativas, a diferencia de las grandes compañías multinacionales que dominan el mercado mundial. Detrás de la creación de muchas cooperativas está un grupo de personas que buscan un impacto positivo en la comunidad en la que residen.
- Bienestar y cohesión social en las comunidades donde opera la cooperativa. Los trabajadores disponen de salarios más justos dentro del sector y sin grandes diferencias entre los puestos iniciales y los directivos. Esto fomenta la cohesión social dado que el beneficio se reparte entre los trabajadores.
- Democracia y empleo sostenible. El mero hecho de tener derecho políticos resulta insuficiente para participar en una sociedad si no se dispone de una mínima estabilidad laboral. En un mundo donde la deslocalización y el trabajo temporal son la norma, el modelo cooperativo permite unas mejores perspectivas de empleo sostenible.
- Crea sinergias de colaboración ciudadana. Crece el empoderamiento ciudadano, puesto que el poder y la capacidad de decisión se democratizan. El poder de decisión no es solo político, sino también laboral. Por tanto el poder de decisión está más compartido, cosa que fomenta la participación en las decisiones locales.
En resumen podemos decir que existen problemas como el cambio climático que sin un compromiso social son inalcanzables. Este compromiso social tiene en las cooperativas un marco excepcional para influir en la sociedad. Por eso en aeioLuz somos una cooperativa que busca el impacto positivo desde lo local hacia lo global. Creemos que el futuro pasa por crear inercias positivas para evolucionar hacia un nuevo modelo energético. Porque otro modelo más justo es posible. ¿Te unes al cambio?