CAPÍTULO 4. PRODUZCO EN COMUNIDAD LA ENERGÍA QUE NECESITO
Texto: Gabriela López. Técnica en energías renovables.
El Sol es la única solución solvente y solidaria. Joaquín Araujo
El silicio, base de los paneles fotovoltaicos es un material que constituye más del 27 % de la corteza sólida de la Tierra. Junto con el aluminio y el vidrio en su mayor medida, estos paneles constituyen uno de los mayores descubrimientos del mundo moderno. Por su sencillez, versatilidad y facilidad de uso, ha llegado para ayudarnos a cambiar el modo de utilizar la energía. Porque su combustible directo es el Sol, que nos llega gratis a todas las personas sin ninguna distinción. Ya podemos producir nuestra propia energía. Vamos a aprender a hacerlo bien.
Recordemos que antes disfrutar de cualquier instalación de generación eléctrica para nuestro hogar, tenemos que:
- Reducir al máximo nuestras necesidades (lee el capítulo 2). Rehabilitar.
- Ser muy eficientes con el uso de nuestros electrodomésticos (lee el capítulo 3).
- Comprender bien el objetivo de nuestro aprendizaje (lee el capítulo 1) que es reducir al máximo nuestros usos energéticos (reduciendo la factura que pagamos y las emisiones que producimos) sin perder el confort suficiente para nuestro hogar. Vivir bien con lo justo, en definitiva.
Si no hacemos antes el ejercicio de ajustar nuestras necesidades energéticas, la instalación que pongamos en nuestros tejados (preferiblemente en comunidad) estará sobredimensionada y nos obligará a hacer una inversión mayor que no necesitamos. Recuerda durante todo este artículo que una instalación no te ahorra más dinero cuanto más grande la haces.
Y siempre, como ya hemos ido viendo en capítulos anteriores, el “misterio” de todo se basa en dos cosas. Así de sencillo:
Cuántos kWh utilizo.
A cuánto pago cada kWh que utilizo.
Vamos a distribuir el post en los siguientes apartados:
Diccionario renovable e ideas importantes
Configuraciones de instalación
Autoconsumo aislado
Autoconsumo individual
Autoconsumo colectivo
Comunidades Energéticas Locales
Qué tenemos que valorar para contratar
1. DICCIONARIO DE RENOVABLES, IDEAS IMPORTANTES
a) kW, kWh y kWp
La unidad de potencia, el vatio, se denomina en el Sistema Internacional de Unidades con la letra W, siempre en mayúsculas en honor a James Watt, que tanto trabajó en este campo.
En capítulos anteriores hablamos de:
kW (kilovatio= 1.000 vatios) que tiene que ver con la potencia contratada en nuestro recibo de la luz. También con la potencia instantánea de consumo de nuestros electrodomésticos. La suma de las potencias de los electrodomésticos que conectemos a la vez no tiene que superar la potencia contratada en nuestro hogar.
kWh (kilovatio hora= 1.000 vatios durante una hora) como la cantidad de energía que acaban cobrándonos en el mismo recibo.
Añadimos ahora el kWp (kilovatio pico= 1.000 vatios de instalación fotovoltaica) que corresponderá a la potencia de las placas solares que instalemos en el tejado.
Es muy importante saber que los kW de la potencia contratada en nuestra factura, con los kWp de la energía a instalar no tienen nada que ver. Es decir, podemos tener 7 kW de potencia contratada y tener suficiente con 1 kWp de instalación fotovoltaica. Cada casa es un mundo y tus datos serán los tuyos, pero ambos parámetros, potencia contratada (kW) y potencia instalada (kWp) son distintos y normalmente no coinciden en su valor.
b) ¿Cuánta energía necesito?
Recuerda que ya averiguamos la energía que consumimos en nuestra casa desde la plataforma de la distribuidora. Si yo ya he visto que consumo anualmente unos 3.650 kWh (por ejemplo), no tendrá sentido montar una instalación que produzca más de lo que ya consumo. Todavía más si yo consumo normalmente energía en horarios que no hay Sol, y por tanto no hay producción. Y depende también del tipo de instalación a que me pueda acoger: ¿tengo tejado propio para mí solo, o puedo acogerme a una instalación colectiva? Siempre será suficiente con menos de lo que te imaginas. Ya vas viendo que una vez cubiertas tus necesidades, cuanto mayor sea tu instalación más ineficiente la haces, porque no vas a poder gastar todo lo que produces.
c) Autoconsumo instantáneo
Consiste en hacer uso de los electrodomésticos justo en el momento de la producción solar. Consumir energía en el momento que hay Sol sobre la instalación. La comercializadora no cuenta estos kWh (que se computan por horas desde tu contador) por lo que nos salen gratis. kWh producido (en la planta FV) y gastado (en casa) dentro de la misma hora, precio cero.
d) Excedentes comprensados (y no compensados)
Todo lo que producen tus placas y no es autoconsumo instantáneo, son excedentes. Los que te remuneran son “excedentes compensados” y se incluyen dentro de la “compensación simplificada” y los que no te remuneran son “excedentes no compensados”. Pensemos que en la actual regulación, no nos abonan más importe del que represente nuestro capítulo de “energía consumida” del recibo de la luz. Por eso no interesa tener excedentes no compensados. Habremos invertido en una instalación que produce kWh que a priori no disfrutamos.
e) Compensación simplificada
Será difícil hacer coincidir la producción solar de la instalación con los usos energéticos de la vivienda, sobre todo si salís de casa a trabajar por la mañana y volvéis por la tarde. Toda la producción de vuestras placas que no se ha consumido en el momento de la producción, los excedentes, se quedan anotados en una cuenta que se utilizará para compensar la producción no aprovechada. Tendrás que negociar con tu comercializadora el precio al que te remuneran la “compensación simplificada”, que consiste en multiplicar tus kWh excedentes, por el precio al que te los pague tu comercializadora, y se restarán del capítulo de “energía consumida” de tu factura de la luz, nunca superando el abono de ese capítulo, es decir, nunca te abonarán más del importe de tu energía. Nunca tendrás abono adicional por muchos excedentes que hayas podido generar.
f) Mejor compartida.
Por una simple cuestión de simultaneidad de usos energéticos, cada familia utiliza su energía en momentos distintos. El aprovechamiento de una instalación solar es mucho mayor cuanto más uniforme es la curva de consumo global. Además el reparto de las placas de cada participante se puede ajustar mucho más a las necesidades reales de cada hogar, por lo que la inversión es mucho menor para el mismo rendimiento.
g) Los intercambios de energía son administrativos.
Si participas en una instalación comunitaria (ahora mismo puedes estar hasta a 2 kilómetros de distancia de la instalación de producción a la que pertenezcas), no pienses que hay que hacer llegar cables hasta tu casa. Los intercambios de energía son sumas y restas de los contadores de la instalación y el tuyo propio, ajustados al porcentaje de tu “cuota de participación” de la planta fotovoltaica.
h) Cuotas de participación: estáticas, variables y dinámicas.
La Cuota de Participación en las instalaciones colectivas es el trocito de instalación fotovoltaica que te corresponde de acuerdo a los criterios que hayáis acordado en el proceso de gobernanza del autoconsumo colectivo o comunidad energética a la que pertenezcas. Se miden en valores porcentuales de la instalación a la que asocies el contador de tu casa o negocio.
Una cuota estática es la aplicación de ese porcentaje en un valor fijo todos los días de año a todas horas, y una cuota variable es la aplicación de ese porcentaje adaptado a los momentos que más consumo tengas para hacer más eficiente el uso colectivo de la instalación. Una cuota dinámica sería la aplicación de los porcentajes después de que se produzcan los consumos y la adaptación sería mucho más eficiente todavía.
2. CONFIGURACIONES DE INSTALACIÓN
Existen otras posibilidades de generación energética gracias al agua, el viento o la biomasa. Premeditadamente nos centramos en el Sol por el convencimiento de que a nivel doméstico es la opción más cercana, versátil, económica y eficiente para acelerar la transición energética que necesitamos.
a) AUTOCONSUMO AISLADO
Una casa a la que no llega la red eléctrica y necesita energía, tiene la posibilidad de hacer una instalación totalmente autónoma. Con unos paneles fotovoltaicos y un aparato electrónico, que llamaremos inversor, además de algún elemento más y unas baterías para guardar la energía cuando está nublado o es de noche, tendremos la instalación que generará nuestra energía.
Se dimensionan a partir de los electrodomésticos que vayas a usar y los días que quieras asegurarte el suministro. Lo que llamamos demanda. A más aparatos y más días de respaldo, más placas y más baterías. Más dinero.
b) AUTOCONSUMO INDIVIDUAL
A los precios que está hoy la energía, cualquiera que tenga una casa con tejado tiene un tesoro. Hay que asegurarse una buena orientación, lo más al sur posible, una buena inclinación (sobre 35º, unos pocos menos en verano si podemos ajustarlo) y que no haya sombras durante el día, pero es una oportunidad de oro para hacerse PROSUMIDOR: productor y usuario o consumidor de energía a la vez.
Aquí el dimensionamiento de la instalación se hace en base al consumo histórico anual de kWh. El instalador te pedirá las últimas facturas para contrastarlas con la producción de los paneles que vayas a instalar y te va a dar la información del aprovechamiento de tu instalación, que siempre dependerá de los usos energéticos que puedas hacer, es decir, supone un aprendizaje para intentar colocar el máximo de los consumos en horario solar. Pero recuerda, no ahorras más cuanto mayor sea tu instalación. Mira este ejemplo:
Con un consumo en el hogar muy similar (zona roja) en ambas instalaciones, el aprovechamiento de la energía (zona azul), pese a ser un día con momentos nublados, es muy parecido en la instalación de 1 kWp, que en la de 3 kWp. Con una inversión mucho menor, podemos obtener un rendimiento parecido. Si vertemos a la red muchos excedentes (zona verde), como pasa en el caso de la instalación de 3 kWp, no todos nos serán compensados y habremos pagado una instalación que servirá para expulsar kWh sucios del sistema, que está muy bien, pero a la vez tu comercializadora venderá los excedentes no compensados a tus vecinas a precio de mercado.
Instalar baterías teniendo la red como respaldo, siempre ha de suponer una reflexión extra. Es un desembolso económico muy superior y suponen un aprovechamiento mucho mayor de la instalación, pero existen posibilidades de contratación con la comercializadora que resultarán muy interesantes sin comprar baterías, lo están llamando comercialmente «batería virtual». Si la tuya no te ofrece alternativas, piensa en cambiar de comercializadora.
c) AUTOCONSUMO COLECTIVO
Va a ser muy complicado que ningún técnico venga a tu casa a instalar 1 kWp. Además en autoconsumos colectivos la inversión se reduce mucho por un simple modelo de escala. Una instalación mayor reduce mucho los costes fijos. Y sobre todo tiene la ventaja de que pueden participar todas aquellas viviendas que no disponen de techo propio, mucho más los negocios de las plantas bajas que tienen un horario de consumo muy similar al de la producción solar.
Fíjate que solamente integrando estos cuatro proyectos individuales en uno solo, ahorramos un 19% en materiales (necesitamos instalar menos potencia pico) y la inversión es un 35% menor con un mismo ahorro estimado. No hay color. Mejor compartir.
Es una configuración ideal para una comunidad de propietarios que disponga de una cubierta bien orientada y con Sol. Además no hace falta que todo el vecindario esté conforme. Si la instalación se hace con la participación de viviendas del propio edificio, con el acuerdo de un tercio (1/3) de las viviendas (sin que necesariamente participen en la instalación), se puede instalar con la simple comunicación y registro en una de las actas de una reunión de la comunidad. SI tienen que participar viviendas de otros edificios del de la cubierta donde instalamos (recordemos que los intercambios de energía son administrativos), la mayoría ha de ser de tres quintos (3/5) para poder hacer la instalación. Legalmente un vecino en desacuerdo ya no puede parar una planta fotovoltaica.
Actualmente la legalidad limita la participación de viviendas (puntos de suministro) más allá de los dos (2) km. de distancia a la instalación de la que se tiene asignada la cuota de participación.
e) COMUNIDADES ENERGÉTICAS LOCALES
Según directivas europeas una Comunidad Energética Local (CEL) es una nueva forma jurídica, de participación abierta y voluntaria, formada por ciudadanía, administraciones y negocio local, bajo la cual vamos a poder organizarnos para producir, agregar nuestros consumos, almacenar, generar proyectos de rehabilitación y eficiencia, de movilidad y cualquier uso energético que permita colectivizar su gestión, con el fin de generar beneficios en el entorno local donde se desarrolla. Son organizaciones sin ánimo de lucro no participadas por grandes corporaciones que busquen el beneficio financiero o el reparto de dividendos a sus accionistas.
Acaba siendo un modelo de empoderamiento ciudadano que va a redirigir el flujo de dinero que actualmente ingresan las grandes empresas energéticas, a que una gran parte de ese capital, se quede a nivel local en beneficio directo de las comunidades que se desarrollen. Una oportunidad de configurar un Nuevo Modelo Energético distribuido y justo sin dejar a nadie atrás. Y lo más importante, las comunidades que se consoliden en el tiempo van a suponer un vivero de nuevas iniciativas de organización social orientadas a ese mundo del decrecimiento que a priori suena mal, pero que construido desde las bases sociales, ha de constituir una nueva forma de vida más equilibrada con los límites del Planeta que nos acoge.
En la práctica una CEL será propietaria de distintas instalaciones colectivas, y se relacionará con cada asociad@ o soci@ con un documento particular de acuerdo a su cuota de participación o su aprovechamiento del servicio energético que corresponda (generación, movilidad, almacenamiento, eficiencia….), pudiendo haber distintos perfiles de participación atendiendo a las necesidades y compromisos de cada soci@ o asociad@.
El proyecto tiene que ser sostenible económicamente y reinvertir los beneficios en el barrio o entorno local donde se desarrolle.
Aquí tienes un cuadro resumen de todos los posibles proyectos con fotovoltaica. Evidentemente son datos estimados muy genéricos que te servirán para tener un orden de magnitud, pero no evitarán que tengas que hacer tus propios números para conocer tus necesidades y por tanto tu posible instalación o nivel de participación en instalaciones colectivas. Atento porque son importes sin tener en cuenta posibles subvenciones o ayudas. Como varían mucho en el tiempo, es mejor que contemos con hacer la inversión por nuestra cuenta y todo lo que recuperemos luego, mucho mejor.
3. QUÉ VALORAR PARA CONTRATAR
Siempre que tengas que hacer una instalación fotovoltaica recuerda que las grandes empresas comercializadoras no suelen tener personal propio instalando. Habitualmente subcontratan a instaladores locales que cobran menos por su trabajo que si los contratases tú directamente. Para acertar te ofrecemos algunos criterios.
a) Compara peras con peras
Cuando decidas acometer una instalación, desde una aislada a cualquier autoconsumo colectivo para una comunidad energética, es muy importante que compares las ofertas que pidas. La forma de evaluar el precio, que es un apartado muy importante, es dividir el precio final de cada instalación (ojo que todas las propuestas que comparemos sean con, o sin IVA, pero todas iguales) entre los kWp de la misma.
Por ejemplo, una instalación de 6 paneles de 450 Wp. por 6.950 € nos daría lo siguiente:
6.950 / 2.700 = 2.574 €/kWp
Y compararemos los €/kWp de todas las ofertas que tengamos.
Atento también a que te incluyan los mismos servicios adicionales: gestión permisos municipales y tasas, registro en industria, gestión (o no) de subvenciones y ayudas varias. Siempre que las ofertas sean sobre lo mismo. Si alguna de las ofertas es especialmente complicada y no eres capaz de interpretar esta sencilla información, descártala. Ofertas en una hoja con el precio o en servilletas de bar, son garantía de problemas para una instalación que te ha de durar más de 25 años.
b) Conoce el producto
Que te adjunten las fichas de producto y luego monten lo que te enviaron. Excepcionalmente si los plazos de ejecución se alargan pueden cambiar los modelos, pero mira que las características de eficiencia (en las placas) y las garantías de todo son las mismas.
Pide información, con su ficha técnica, de:
- Paneles fotovoltaicos. Muy importantes las garantías y la eficiencia.
- No es excepcional que dependiendo del contexto de la instalación, la potencia nominal del inversor (es otro valor que aparece ahora en escena) sea un poco inferior a la potencia pico de los paneles. Que te den la explicación de las razones.
- Sistemas de anclaje a cubierta. Es un elemento que muchas veces no se pone en valor y no tenerlo en cuenta nos puede salir muy caro.
b) Instala pero seguro
El riesgo de accidentes es elevado porque los trabajos son en altura y el responsable último si ocurre algo es el promotor de la instalación, en definitiva el que paga que eres tú. Pide a cualquiera que se suba a tu tejado o el de tu instalación colectiva, que te presente documentación de la capacitación correspondiente y vigila que ponga en práctica las medidas de seguridad establecidas por ley.
c) Los papeles y las ayudas
Actualmente existen ayudas municipales (normalmente en IBI, ICIO e IAE), autonómicas (deducciones en IRPF si tienes donde deducir) y estatales a las que poder acogerte. La casuística es amplia, pero es tu instalador quien debe asesorarte porque conoce tu caso concreto. Elige instaladores que incluyan este servicio, aunque te cueste un poco más de dinero. Lo recuperarás con creces si hacen bien su trabajo.
e) Mejor con Profesionales
Pide referencias a quien tenga que hacerte una instalación. Busca si está colegiado o asociado a algún grupo de empresas del sector, o cuánto tiempo lleva instalando. Pregunta en tu vecindario a quien ya haya dado el paso y valora los posibles contactos que te faciliten positivamente. Una buena referencia siempre es un punto a favor.
EJEMPLO PRÁCTICO
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Imagina que tu consumo anual son 3.650 kWh/año incluyendo todos los usos energéticos. Eso supone que usas una media de 10 kWh/día.
Si sabemos que en Valencia la producción anual de 1 kWp está en el entorno de los 1.460 kWh, nos harían falta 2,5 kWp instalados para producir exactamente los 3.650 kWh anuales que necesitamos.
Como sabemos que no utilizamos esos kWh en el momento exacto de la producción, vamos a considerar distintas alternativas:
a) Si tienes tejado propio bien orientado y sin sombras, puedes optar por montar una instalación de esos 2,5 kWp en tu hogar (producir más de lo que necesitas no tiene ningún sentido y cuesta dinero sin retorno).
b) Si no tienes tejado propio (o lo tienes pero quieres invertir menos dinero) piensa en una instalación colectiva.
Analiza los datos de tu contador en la plataforma de la compañía distribuidora para valorar tus necesidades a la baja:En la gráfica del ejemplo ves que las necesidades con un consumo medio de 10 kWh/día es de unos 0,5 kWh en horario de generación solar.
Si nos vamos a días más desfavorables podemos estar en el entorno de los 1,5 kWh de media:
Dependerá si es verano, si es invierno, si es fin de semana o no, si trabajas fuera de casa todo el día o disfrutas del teletrabajo. En nuestro ejemplo con un entorno de 1 kWp instalado tendremos suficiente. Podremos aprovechar los excedentes porque la producción va de la mano del consumo.
DEBERES
Retoma los datos que ya tenemos:
1) Consumo anual en kWh. (Lo apuntamos en el primer capítulo). Nos servirá para evaluar la máxima potencia pico en una instalación individual.
mY analiza nueva información:
2) kWh/día que utilizas de media en las cuatro estaciones (por ejemplo 15 febrero/15 mayo/15 agosto/15 noviembre) para evaluar tus necesidades en una
instalación colectiva. Tu cuota de participación.
m3) Mínimo consumo continuo en tu casa en kW.
Esa energía mínima que producir en tu instalación o en la que participes.
m
Para hacer todo esto existen procedimientos más complejos a través de la información en formato Excel que podemos extraer de la plataforma de la distribuidora. De momento con esta evaluación sencilla que te proponemos, podremos tener una información básica con la que empezar a trabajar. Luego será fundamental contratar nuestro suministro eléctrico con una comercializadora de confianza que nos administre con rigor la producción de la instalación, individual o colectiva, en la que participemos. Será ella, la comercializadora, quien mejor nos podrá aconsejar las cuotas de participación variables, o cuando proceda dinámicas, para aprovechar al máximo la instalación compartida y el dinero que pongamos en ella.
El camino se hace andando.
CONCLUSIÓN
No dudes en que se abre una nueva forma de vivir la energía que necesitamos. Busca en tu entorno local más cercano iniciativas que te permitan jugar en este campo. No todo el mundo tiene que dedicar grandes esfuerzos. Será una oportunidad para que alguno de tus vecinos tome la iniciativa y se pueda ganar la vida con ello dignamente y muchas personas se podrán limitar simplemente a apoyar el proyecto comunitario participando con la colectivización de la energía que necesita en su hogar y en su vida. Atrévete y verás.
Compartir es vivir!
Si te ha parecido interesante compártelo con familiares, vecinas y amigos. Además de reducir nuestra factura energética, es importante saber cómo gestionar de forma responsable la energía que nos permite vivir con confort en casa, para cuidar el Planeta que nos acoge con tanto amor y al que debemos tanto.
Primero hay que aprender (capítulo 1), necesitar poca energía (capítulo 2) y ser muy eficientes (capítulo 3) para reducir al máximo nuestra demanda energética y reducir así la inversión en renovables que acabamos de aprender a dimensionar.
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