El 19 de abril se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, con el objetivo de promover el uso de este medio de transporte sostenible y sano y concienciar sobre los derechos de los ciclistas. La bicicleta está de moda y ha llegado para quedarse. Las estampas de ciclistas circulando por algunas de las grandes ciudades europeas -como Amsterdam, Berlín o París- son ya habituales también en los centros urbanos españoles, que han situado a este vehículo en el centro de sus estrategias de movilidad y reducción de la contaminación.
El transporte motorizado supone actualmente en torno al 40% del consumo energético final en España y más del 20% de emisiones de dióxido de carbono, responsables del cambio climático. Frente a ello, la bicicleta es un vehículo más económico, ecológico, sostenible y saludable, y permite sortear los atascos y los problemas de aparcamiento, lo que se traduce en un ahorro de tiempo para el usuario. Entre los beneficios para la salud, los expertos destacan la mejora de la condición cardiorrespiratoria y, como consecuencia, en la generación de neuronas; la reducción de los niveles de estrés; un aumento de la calidad del sueño; la mejor digestión, y la prevención de enfermedades, al activar las células inmunológicas.
Se estima que hay en torno a 30 millones de bicicletas en hogares españoles. Casi la mitad de los ciudadanos de entre 12 y 79 años utilizan la bicicleta con alguna frecuencia -unos 19 millones, 3,5 millones más que en 2009- y casi el 25% la utiliza semanalmente -frente al 20% de hace ocho años-, según los datos del Barómetro de la Bicicleta en España 2017 de la Red de Ciudades por la Bicicleta, apoyado por la DGT.
Este sondeo -con más de 3.000 entrevistas-, refleja que más del 85% de los españoles están de acuerdo en que la reducción de la contaminación ambiental debe pasar por el aumento del uso de la bicicleta y, para fomentarlo, piden campañas públicas de educación y concienciación -en colegios y empresas-, infraestructuras seguras, vías adecuadas de conexión interurbana y más aparcamientos, entre otras medidas.
Cada vez más ciudades -entre ellas, Valencia- cuentan con sistemas de alquiler de bicicletas, tanto privados como públicos, en condiciones asequibles.
Por todo ello, la Dirección General de Tráfico está trabajando en el Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta, orientado a fomentar su uso en las núcleos urbanos.
Conducción eficiente
A pesar del amplio consenso sobre las bondades y ventajas del uso de la bicicleta frente a los vehículos a motor, no todos los municipios cuentan con redes adecuadas y seguras para este medio de transporte -cuatro de cada diez españoles consideran que su municipio no es seguro para la bicicleta, sobre todo, por la falta de carriles bici y el exceso de tráfico motorizado, según el barómetro de 2017-, ni todas las personas pueden utilizarlo -bien por condiciones físicas o de salud, por edad o por otros factores-.
También los usuarios de vehículos con motor pueden adoptar medidas y hábitos que redunden en una conducción más eficiente, menor contaminación y mejora de la movilidad. Diferentes estudios apuntan a que las nuevas tecnologías aplicadas en componentes y sistemas y una conducción eficiente puede traducirse en un ahorro medio de carburante y de emisiones de dióxido de carbono del 15%.
Algunas de las recomendaciones son:
–Utilizar el transporte público o compartir coche, siempre que sea posible. Aproximadamente el 80% de los movimientos en automóviles en día laborable se realizan para acudir al trabajo, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
–Al comprar un vehículo nuevo, optar por un modelo con etiqueta de eficiencia energética ‘A’ o ‘B’, bajo nivel de consumo de carburantes o motor híbrido. A largo plazo, supondrá un ahorro de dinero.
–Realizar revisiones periódicas: el motor, los filtros y la presión de los neumáticos influyen en el consumo de combustible y en la seguridad.
–Moderar la velocidad: Si el vehículo supera los 90 kilómetros hora, se dispara el consumo de carburante.
–Evitar acelerar y frenar de manera brusca, ya que aumenta el consumo de gasolina y las emisiones.
–En paradas de más de un minuto es recomendable apagar el motor.