CAPÍTULO 2. NECESITO POCA ENERGÍA
POR: TERESA LLISO / Arquitecta y colaboradora de AeioLuz.
En este capítulo vamos a analizar la envolvente del espacio que habitamos. Esto es, las paredes, suelos, techos y ventanas que me aíslan del exterior.
Cuanto mejor abrigue mi casa con buenos aislamientos, menos energía necesitaré para vivir agustito en ella. Poder dormir en condiciones, poder estudiar, poder relacionarme en una situación confortable con las personas que habitan conmigo, es el objetivo.
Tendremos tres magnitudes presentes para mantener el confort en nuestra casa:
1) TEMPERATURA
Las temperaturas recomendadas en invierno son entre 18 y 21 ºC y en verano entre 26 y 28 ºC, por lo que deberíamos poder mantener nuestro hogar entre 18 y 28 ºC todo el año.
2) HUMEDAD RELATIVA
Los valores recomendados para mantener la salud en nuestra casa son entre un 40% y un 70% de humedad relativa. Mantener este nivel por encima o por debajo de forma continua generará enfermedades respiratorias para los habitantes de esa vivienda y problemas de hongos y otras patologías en las paredes y techos que afectarán a nuestra salud. Además de que una humedad relativa alta altera la sensación térmica más allá de la temperatura real existente. Un remedio para mantener controlada la humedad es la ventilación.
3) CONCENTRACIÓN CO2
Mantener por debajo de las 800 partículas por millón (ppm) de CO2 en nuestra casa será complicado, pero podemos conseguirlo ventilando con asiduidad. Para ventilar un hogar con buena ventilación cruzada, será suficiente abrir las ventanas hasta 10 minutos (si hace buen aire, con 3 será suficiente). Con hacer esta acción de 2 a 3 veces al día mantenemos una buena calidad del aire que respiramos en casa. El límite superior que empieza a ser
peligroso para la salud son las 5.000 ppm, pero si ventilamos en casa con regularidad, es muy difícil tener problemas en este sentido.
Mantener la temperatura, la humedad relativa y la calidad del aire en buenas condiciones está directamente relacionado con nuestra salud y con el gasto energético de nuestra vivienda. Aprender a gestionarlo todo es el mejor modo de estar sano, ahorrar energía, ser eficiente y por tanto pagar menos en la factura de la luz (y del gas los que todavía lo usen).
Vamos a desarrollar este capítulo en tres pasos.
A. SITUACIÓN ACTUAL DE LA VIVIENDA
El objetivo de este primer paso es averiguar cuál es el punto débil de mi vivienda. Es decir, por dónde entra más frío o calor. Por la pared que da a norte, o por las ventanas que están más frías que el muro, o por el techo porque estamos en una última planta…Lo primero que hemos de tener en cuenta es en qué situación se encuentra nuestra vivienda. Nos puede ayudar mucho conocer el año de construcción del edificio o vivienda que habitamos, debido a la normativa de construcción que estuviese vigente en ese momento.
Antes de 1977 no había una norma y por tanto no podemos saber el modelo constructivo de esas viviendas. Seguramente las fachadas estén formadas por un solo muro de ladrillo.
(Si se aíslan bien, es mucho lo que se puede ahorrar).Entre 1977 y 1999 hubo ya una primera regulación oficial y por tanto mejoró mucho la calidad constructiva. Empiezan a construirse las fachadas con doble tabique de ladrillos separados por una cámara de aire. (La solución de aislamiento más efectiva será la de rellenar ésta cámara de aire con aislamiento).
A partir de 1999, con una reforma adicional en 2006, ya se contempla la obligatoriedad de
que los muros exteriores se hagan con doble tabique y aislamiento en medio, y que
ventanas y puertas tengan mejor aislamiento.
También nuestra situación geográfica. No será lo mismo vivir en Santander que en Cádiz, o en Valencia o Badajoz. Ni dentro de una misma provincia, en el interior o la costa.
Y por último la orientación de nuestra casa. Si la fachada principal está al sur, nuestros veranos serán más cálidos y en invierno necesitaremos menos energía. Al revés si está orientada al norte. Nuestros veranos serán más livianos, pero en invierno gastaremos más en calefacción.
DEBERES
Con este análisis evalúa la situación de tu casa apuntando en un papel (mejor junto a los deberes del capítulo anterior) los siguientes datos:
- Año de construcción de la casa/edificio donde vives.
m- Orientación principal de la casa y de cada una de los muros que la rodean. Un simple esquema a mano será suficiente, no busques más perfección que conocer visualmente la situación y orientación de tu hogar.
m- Posibilidad de ventilación cruzada.
Es decir, si abriendo ventanas en fachadas distintas nos favorece la ventilación o si tenemos ventanas/puertas en una única fachada y por ello la ventilación se dificulta.
- Calidad de los muros que rodean la vivienda.
Hasta lo que conozcas. La fecha de construcción te puede ayudar un poco, pero un truco muy intuitivo será poner a la vez las palmas de las manos, una en el cristal de la ventana y otra en la pared y valorar cuál está más caliente/fría y si hay mucha diferencia entre ambas.
- Calidad de cada uno de los cerramientos de la casa.
Cada ventana y cada puerta al exterior. Si son metálicas, de madera o de otro material. Si tienen cristal sencillo o doble. Si cierran bien. La mejor ventana, si no cierra bien, no sirve de mucho.
- Suelos y techos.
No es lo mismo un piso entre plantas que un último piso, que recibe todo el frío en su techo. Y por supuesto no es lo mismo un piso en un edificio que una casa unifamiliar que tendrá al exterior todos sus tabiques, y por tanto, un mayor gasto energético para mantenerla a una temperatura y condiciones confortables todo el año.
Una vez hayamos evaluado nuestra vivienda con detalle, estaremos en situación de tomar medidas para necesitar poca energía y por tanto pagar menos en la factura energética.Ahora, lo que hemos de averiguar primero es cuál es el punto débil de nuestro hogar. Por dónde entra más el frio/calor.
- Si vivimos en una última planta quizá nos entre mucho frio por la cubierta,
- Si las paredes de fachada sólo están formadas por un ladrillo y están más frías que el cristal de la ventana.
- Las orientaciones de las fachadas. Las que dan a norte estarán mucho más frías que las demás. Las que dan a sur darán mucho más calor en verano. Una cosa que hemos de detectar es si el problema que tenemos es con el frio o con el calor. Una vivienda que sólo dé a norte se tendrá que proteger del frio. Una que dé sólo a sur o a oeste tendrá que tomar medidas para protegerse del calor.
- Las ventanas y las puertas al exterior son, con diferencia, los elementos más vulnerables de la fachada. Habrá que valorar cada uno por separado.
Ya sabemos sobre qué elementos actuar, anótalo TODO!
EJEMPLO PRÁCTICO
Compartimos contigo este plano para que pueda servirte de ejemplo y guía en tus deberes:
- Planta baja de un piso construido en 2005.
- Los tabiques externos deben ser dobles con cámara interior por la fecha de construcción.
- El tabique al OESTE linda con un edificio al completo, por lo que debe haber un buen aislamiento. No está expuesto al exterior.
- El tabique del NORTE tiene dos ventanas con doble cristal y buen cierre. No se nota especial diferencia de temperaturas entre cristal y pared cuando pongo las dos palmas de las manos a la vez.
- El tabique ESTE tiene dos ventanas exteriores con doble cristal y buen cierre. Está la puerta principal con buen aislamiento, pero no hay bajo puertas y se nota corriente por debajo los días que hace aire.
- El tabique SUR cuenta con dos ventanas con doble cristal y buen cierre y una puerta a terraza con cristal sencillo.
- Suelo y techo tienen buen aislamiento puesto que la edificación es moderna y por tanto el suelo cumple los requisitos mínimos, y el piso superior está habitado, por lo que equilibra la temperatura con el mío.
B) QUÉ PUEDO HACER YO
Existen medidas de bajo coste que podemos poner en marcha nosotros mismos. Veremos distintas posibilidades clasificadas por los distintos elementos constructivos:
CUBIERTAS
La construcción que tenemos sobre nuestras cabezas.
El caso más sencillo es el de una vivienda en un edificio con otra vivienda encima. Esa vivienda vecina hará las veces de cámara aislante y por tanto nos beneficia. Si sus habitantes calientan mucho su casa (o la enfrían mucho en verano) nos favorecen.
Si tu casa es unifamiliar, la planta superior tendrá un tejado propio. El que se haya construido con un buen aislante y con cámaras de aire es garantía de confort en casa, pero hay varias cosas importantes a tener en cuenta.
Es importante estar atentos a que no haya averías, humedades o desperfectos por los que se pueda ir la energía que introducimos en nuestro hogar.
FACHADAS
Dependiendo de la orientación de los muros exteriores de la casa las posibilidades son distintas. En invierno tendremos que estar más atentos a las paredes exteriores orientadas al norte y en verano las del sur.
- Podemos reforzar el aislamiento con cortinas aislantes que cubran toda la pared. Dejarlas cerradas siempre que queramos aislar la casa de frío o calor. Siempre abiertas cuando queramos aprovechar la climatología exterior.
Una medida de urgencia en casos extremos puede ser forrar las paredes más críticas (normalmente al norte con humedades, o al sur con el sol directo) con varias capas de cartón intentando que no haya huecos vistos en la pared que tapemos.
VENTANAS Y PUERTAS
Es importante verificar el buen cierre de cada ventana y cada puerta exteriores. Una vela encendida puede ser nuestra mejor aliada para verlo. Acércala a puertas y ventanas un día de más viento y el movimiento de la llama te informará enseguida del lugar por donde entra el aire en tu casa.
- Sellar la unión de las ventanas con los muros con espumas aislantes.
- Utilizar burletes para las ventanas o las puertas cuando no cierren del todo.
- Colocar bajo puertas en todas las puertas que den al exterior.
- Poner espumas en las tapas de los cajones de las persianas para evitar fugas de aire.
- En horas de sol subir persianas, pero bajarlas del todo cuando no hay luz para poner una barrera más al frío en invierno o al calor en verano.
- En verano colocar vinilos de protección solar en los cristales orientados al sur.
SUELOS
Como ocurre con las cubiertas, si tu vecina de abajo climatiza bien su casa, te está ayudando a vivir mejor en la tuya. Si vives en una casa unifamiliar y tu suelo está sobre el terreno, mejor que se hayan cumplido las normativas de construcción. La humedad puede ser testigo de un mal aislamiento del suelo.
- Alfombras, moquetas o suelo de vinilo pueden ser los mejores aliados para aislar bien el suelo de tu hogar.
Y por último, el aprender a ventilar tu casa va a permitir que la disfrutes mucho más y vivas más sano ahorrando dinero en la factura de la energía.
Es suficiente que abras todas las ventanas de la casa al menos una vez al día. Si hay buena ventilación cruzada entre 5 y 10 minutos es más que suficiente para renovar el aire de tu hogar. En ese tiempo prácticamente no hay pérdidas de energía y en cuanto cierres volverás a disfrutar de la misma temperatura. A no ser que haga mucho frío o mucho calor, con lo que habría que valorar el mejor momento del día para hacer esta misma operación. En climas muy extremos existen métodos de ventilación forzada para evitar la apertura de puertas y ventanas, pero debemos considerar esa posibilidad solamente en ese contexto. En un clima más benigno es ideal, y mucho más barato, ventilar de manera natural. Repetir esta operación una o dos veces más en las estancias en las que hacemos vida reforzará la ventilación de tu hogar.
En el ejemplo que os hemos compartido tenemos como puntos más débiles la corriente de aire por debajo de la entrada principal y el cristal sencillo de la puerta de la terraza al sur. Como medidas de bajo coste lo rápido es poner un bajo puertas en la entrada principal y valorar el presupuesto del que disponemos para mejorar el aislamiento de la puerta. Existe la posibilidad de colocar una cortina térmica delante de la puerta y abrirla y cerrarla de acuerdo a lo que más convenga. Podemos valorar también la instalación de un toldo que nos protegerá, en verano y en invierno, de las temperaturas extremas. O ambas cosas si disponemos de un poco más de presupuesto.
C. MEDIDAS DE REHABILITACIÓN A CONSIDERAR
En este punto es muy importante el asesoramiento por un técnico o especialista en rehabilitación, de forma que nos pueda aconsejar sobre las mejores medidas a tomar.
Lo primero al pedir asesoramiento es saber el dinero que nos va a costar y las ayudas que, periódicamente, los Gobiernos Autonómicos suelen ofrecer para realizar este tipo de inversiones que podrían cubrir una parte de los gastos. Generalmente hay que tener el dinero para pagar la obra y la subvención llega más tarde, una vez hecho el gasto.
Los planes de rehabilitación pueden tener dos enfoques distintos. Actuando desde el exterior o, si la situación lo requiere, actuando desde el interior. Ambas posibilidades tienen ventajas e inconvenientes.
- Si actuamos desde el exterior no tendremos ninguna molestia en casa, ni perderemos el espacio necesario para las intervenciones en interior. Para actuar desde el exterior necesitaremos de una empresa especializada y si vivimos en una comunidad de propietarios, necesitaremos un consenso muchas veces complicado.
- Si actuamos desde el interior deberemos sacrificar un poco de espacio de nuestro hogar, y las molestias de una obra en casa, pero no dependemos de que otras personas tengan que estar de acuerdo en acometer una acción de este tipo.
CUBIERTAS Y FACHADAS
Desde el exterior la fachada ventilada o el tratamiento SATE (Sistema de Aislamiento Térmico desde el Exterior) son idóneos para el mejor aislamiento térmico y acústico de un edificio.
Desde el interior la manta de roca o la fibra de celulosa proyectada son elementos de fácil colocación. El rellenar de aislante térmico la cámara existente entre los dos tabiques de los muros al exterior también es una técnica sencilla y asequible económicamente que puede tener un buen resultado.
VENTANAS
Los ventanales con rotura de puente térmico y doble cristal son idóneos para sustituir unos ventanales antiguos. Los materiales a utilizar varían, PCV, madera, aluminio… pero normalmente nos vemos limitados por la estética del edificio o de la urbanización si vivimos en comunidad. Si tenemos libertad de elección, decide con criterios de proximidad de los materiales y que sean lo más naturales posible siempre que cumplan con el requisito de la rotura de puente térmico y una buena cámara entre al menos dos cristales. En fachadas al sur podemos pedir que el cristal exterior incluya un tratamiento térmico que reduzca el calor en verano.
Si los cerramientos (ventanas o puertas) que tienes son mejorables, pero están en buen uso todavía, una posibilidad mucho más asequible y normalmente sin obra, es colocar cerramientos sencillos en el hueco de la puerta o ventana que queda al exterior de la persiana. Generaremos una cámara de aire importante entre el ventanal existente y el que instalamos por fuera, raso a la fachada, que nos sirve de aislante térmico, acústico y nos reserva mucho la limpieza de la persiana y del cerramiento interior (puerta o ventana).
Toldos y persianas exteriores siempre han sido unos grandes aliados para cortar el paso de los rayos solares, sobre todo en fachadas orientadas al sur. No dejes de valorarlos como complemento a cualquier acción de rehabilitación de tu casa.
SUELOS
Los suelos suelen ser los menor problemáticos a no ser que vivamos en una casa construida sobre el terreno y los cimientos no cumplan los mínimos de la normativa moderna.
La colocación de suelo radiante en climas fríos es más que recomendable. En clima mediterráneo quizás es un poco excesivo.
Si no hay problemas de humedades que resolver una moqueta o alfombras en los lugares de más uso, pueden ser un buen complemento para las épocas de mayor frío.
Si tenemos que acometer una rehabilitación integral, a título personal o como comunidad de propietarios, entra en esta web de la Generalitat Valenciana que te pondrá sobre la pista de lo que hay que hacer para recibir ayudas económicas importantes. De todas formas recuerda que una inversión en eficiencia, siempre es rentable sin ayudas. Hay que aprovechar las ayudas para hacerlo mucho más rentable.
https://habitatge.gva.es/es/web/arquitectura/fons-europeus-per-a-la-rehabilitacio-d-habitatges-2022
En el ejemplo que hemos compartido no parece necesario entrar en dinámicas de rehabilitación más profunda, porque el edificio es de 2005 y las soluciones que mejoran la situación de la vivienda son asequibles y sencillas.
CONCLUSIÓN
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Ya tenemos el segundo capítulo de nuestro plan de ahorro y eficiencia energética que va a permitir que hagamos un uso responsable de la energía que necesitamos y por tanto que paguemos el menor dinero posible por ella.
Todo el dinero que inviertas en aislar tu hogar se multiplicará por mucho gracias a la energía que no necesitarás a partir de que hagas los cambios.
Une la hoja de datos del primer capítulo, con la hoja de datos de este mismo y quédate atento al tercero en el que hablamos de eficiencia de los distintos elementos que generan consumo energético. Ya sabes. Aprendo, necesito poco, gasto poco y produzco mi energía en casa, o en casa del vecino.
Si te ha parecido interesante compártelo con familiares, vecinas y amigos. Además de reducir nuestra factura energética, es importante saber cómo gestionar de forma responsable la energía que nos permite vivir con confort en casa, para cuidar el Planeta que nos acoge con tanto amor y al que debemos tanto.
Y no te pierdas los otros capítulos.
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